domingo, 14 de junio de 2015

ENCUENTRA TU ESTILO DE YOGA

"Cada paso que da un buscador, sea cual sea la dirección, es un paso hacia Dios" Anónimo



Dentro del extenso árbol del Yoga, en el que podemos encontrar diferentes subdivisiones basadas en distintos enfoques y prácticas, como el Jnana Yoga, Raja Yoga, Laya Yoga, Karma Yoga o Nidra Yoga, entre otros, se encuentra el llamado Hatha Yoga, que corresponde a la forma más conocida en occidente, tanto por su innegable tinte “físico” y “tangible” como por su practicidad. El vocablo Hatha está formado por Ha, que significa sol y Tha, que significa luna, ambos en sánscrito, la lengua clásica de La India que rige el Yoga por excelencia. (Aquí puedes leer sobre las distintas e infinitas posibilidades del Yoga).

Vamos a revisar los estilos de Hatha que Yoga que posiblemente encontrarás disponibles en tu localidad. Aunque no mencionaré aspectos de su fundación, historia o precursores, leyendo puedes hacerte una idea bastante clara sobre lo que ofrecen y elegir así el que más te convenga o se adapte a tus necesidades. Recuerda que hay muchos profesores o centros, excelentes por demás, que manejan más de un estilo y mezclan elementos de varias enseñanzas y esto es totalmente válido. No menciono aquí todas las escuelas, sólo las más conocidas y aquellas que tienen que ver conmigo o son conocidas para mi. Procura tener una conexión especial con el centro, estilo o profesor que elijas.
  • Anusara Yoga: Es especialmente conocido en América y se traduce en una práctica bastante integral y completa que engloba el Yoga en todas sus dimensiones, tanto física, energética, mental, como espiritual. Anusara significa: fluir con la gracia. Proviene del Iyengar y del Ashtanga y se fundamenta en varios principios filósoficos del Tantra Yoga. Una clase engloba aspectos tan técnicos como la alineación del cuerpo, basándose en la aplicación de las “espirales de energía” o la rotación interna o externa, y otros menos físicos como la meditación o el canto. Las clases, diseñadas sistemáticamente por el profesor quien elige el grupo de posturas a trabajar, son progresivas y decantan en la posición “cumbre” o de mayor dificultad, para terminar con una larga relajación. Por otra parte, el trabajo físico siempre va acompañado por un enfoque temático e inspiracional que recrea nuestra práctica y nos ayuda a realizar un trabajo psicológico a la par del físico, de manera que la clase se convierte en un momento de trabajo con el Ser, en un espacio terapéutico.
  • Iyengar Yoga: Este tipo de Yoga mantiene una visión sumamente precisa de las posturas y presta especial atención a los detalles físicos de la práctica y a la mecanicidad del cuerpo, convirtiéndose en una modálidad idónea para principiantes o para las personas que quieren mejorar la alineación de sus cuerpos o tienen problemas de salud muy específicos. El avance en la práctica se produce de manera lenta y por estados y se suelen mantener las posturas por más tiempo. El uso de los Props o del material para yoga (bloques, correas, cojines, sillas especiales, y mantas) es especialmente importante en el Yoga Iyengar, ayudándonos a practicar de manera segura y responsable, cualquiera que sea nuestro nivel. Aún cuando algunos profesores utilicen ciertos mantras para iniciar la clase, las meditaciones, una larga relajación final o la mención de otros aspectos más intangibles del Yoga no son comunes en este estilo, que se enfoca más en la técnica física que en otra cosa.
  • Ashtanga Vinyasa Yoga: Este estilo de hatha Yoga es quizás el más vigoroso y dinámico. Si quieres trabajar de manera aeróbica y buscas la flexibilidad, fortalecimiento y tonificación de tu cuerpo, un incremento de energía y el despeje de tu mente, éste es quizás el Yoga para ti. El sistema, en dónde confluyen respiración y movimiento, hasta alcanzar el calentamiento corporal, utiliza la técnica de la respiración Ujayi o respiración victoriosa y también algunas retenciones o Bandas para enfocar la mente meditativamente durante la práctica. Se puede llegar a practicar con bastante intensidad y cierto nivel de dificultad, con lo cual, no es muy recomendado para principiantes, especialmente si se trata de personas poco acostumbradas a la actividad física o con problemas en las rodillas. Al incrementarse nuestra flexibilidad a través del calentamiento físico debemos tener especial cuidado con abusar de esta al ejecutar ciertos estiramientos.
  • Satyananda Yoga:  La escuela Satyananda posee una perspectiva bastante holística y espiritual. Su práctica apunta al desarrollo de nuestra consciencia y al despertar y evolución del ser interior. Las clases incluyen Asanas (posturas) incluyendo el movimiento fluido entre ellas para activar la movilización de la energía, Pranayamas (ejercicios respiratorios), una relajación profunda y meditaciones basadas en los Raja, Kundalini, Jnana y kriya  yogas. Dado que todas las bases están cubiertas, cualquiera, independientemente de su inclinación, puede adaptarse a este estilo, tanto los más dados a la parte espiritual y filosófica del yoga, como los que se sienten atraídos por el ámbito intelectual o físico.
  • Kundalini Yoga:  Esta escuela de Yoga se enfoca en su dimensión espiritual y energética. Kundalini es el nombre dado a la energía que se encuentra “enroscada” en la base de la columna vertebral, la cual busca ser despertada y activada, para, así, alcanzar la realización. Las clases pueden variar notablemente de una a otra y si se tiene un objetivo específico el profesor diseñará un programa personalizado que debe ser seguido individualmente, en casa, durante 40, 90 días o más tiempo. Los Kriyas o series estarán supeditados a lo que se quiera trabajar y a las necesidades de los practicantes, convirtiéndolo en un estilo bastante plural que incluye todo tipo de técnicas, como cantos, mantras, asanas, bandhas, y pranayama o ejercicios respiratorios. Funcionará para todos aquellos que estén interesados en la meditación y quieran experimentar estados elevados de consciencia.
  • Sivananda Yoga: Este estilo es ideal para aquellos que disfrutan de la mezcla entre prácticas tanto físicas como devocionales. Sus clases incluyen cantos cortos y ejercicios respiratorios, y a partir de allí, las asanas son ejecutadas. Una de sus características más importantes es que en cada clase se repite el mismo ciclo de 12 posturas, diseñado para estimular los chakras o centros de energía en un orden específico, desde el chakra base, hasta el coronario. Al final, se hace una relajación profunda. Es recomendable para principiantes ya que, al repetir el mismo ciclo de posturas reiteradamente, se llega a una profunda comprensión de éstas. Por el contrario no es recomendable para personas que disfruten de la variedad y que deseen experimentar con el múltiple abanico de posiciones físicas que ofrece el Hatha Yoga. Sivananda le da menos importancia a la alineación del cuerpo para enfocarse más en la respiración y en el canto devocional o la ejecución de ciertos mantras.
  • Bikram Yoga: También conocido como “Hot Yoga” o “Sauna Yoga” es una serie estándar de 2 ejercicios respiratorios combinados con 24 posturas seguidas de la relajación final, que se practican adentro de un lugar o salón acondicionado con una temperatura de 36 a 42 grados centígrados, lo cual produce una consecuente sudoración, eliminación de toxinas y el estiramiento profundo de la musculatura. La práctica a altas temperaturas en un lugar cerrado se convierte en un placer para muchos quienes encuentran a este estilo un verdadero desafío y prefieren una práctica vigorosa, activa y desafiante. Se le da cierta importancia a la alineación del cuerpo y se dan indicaciones verbales al respecto. Los únicos materiales a usar son la pared y se practica en ropas ligeras o en traje de baño, dada las grandes cantidades de sudor. El programa de posturas no incluye inversiones.     
Si ya has elegido, sigue estas 10 recomendaciones para tu primera clase de Yoga.

Suerte y disfruta de tu práctica!